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Guía del fisioterapeuta para el tratamiento del dolor lumbar
Guía del fisioterapeuta para el tratamiento del dolor lumbar
El movimiento es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud en general, sobre todo para controlar o prevenir la lumbalgia. Pero antes de empezar a pensar en participar en actividades físicas o añadir ejercicios para la lumbalgia a tu rutina de entrenamiento, deberías hablar primero con un profesional sanitario, como un médico o un fisioterapeuta.
Los fisioterapeutas son expertos en movimiento. Pueden identificar el origen de su dolor y los factores que afectan a su calidad de vida. Los fisioterapeutas trabajan con sus pacientes para mejorar o restablecer el movimiento mediante cuidados prácticos y planes de tratamiento personalizados destinados a ayudar a alcanzar y mantener los objetivos individuales.
El dolor lumbar es frecuente y afecta a 8 de cada 10 personas en algún momento de su vida. La lumbalgia puede empeorar cuando una persona está inactiva, pero puede mejorar con actividad física regular y dedicando tiempo a estiramientos. Cuando lo indica un fisioterapeuta u otro profesional sanitario, el movimiento es seguro y eficaz. De hecho, los CDC citan pruebas de alta calidad que apoyan los ejercicios de fisioterapia para la lumbalgia frente al uso de opiáceos con receta.
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El movimiento es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud en general, sobre todo para controlar o prevenir la lumbalgia. Pero antes de empezar a pensar en participar en actividades físicas o añadir ejercicios para la lumbalgia a tu rutina de entrenamiento, deberías hablar primero con un profesional sanitario, como un médico o un fisioterapeuta.
Los fisioterapeutas son expertos en movimiento. Pueden identificar el origen de su dolor y los factores que afectan a su calidad de vida. Los fisioterapeutas trabajan con sus pacientes para mejorar o restablecer el movimiento mediante cuidados prácticos y planes de tratamiento personalizados destinados a ayudar a alcanzar y mantener los objetivos individuales.
El dolor lumbar es frecuente y afecta a 8 de cada 10 personas en algún momento de su vida. La lumbalgia puede empeorar cuando una persona está inactiva, pero puede mejorar con actividad física regular y dedicando tiempo a estiramientos. Cuando lo indica un fisioterapeuta u otro profesional sanitario, el movimiento es seguro y eficaz. De hecho, los CDC citan pruebas de alta calidad que apoyan los ejercicios de fisioterapia para la lumbalgia frente al uso de opiáceos con receta.
¿Cómo trata un fisioterapeuta el dolor lumbar?
Para desarrollar un plan de tratamiento personalizado, un fisioterapeuta recopilará en primer lugar los antecedentes de su paciente o cliente y realizará un examen para determinar qué está causando y afectando a sus problemas de dolor o movimiento.
Por ejemplo, al examinar a un paciente que sufre lumbalgia, pueden evaluar los patrones de movimiento, la fuerza, la flexibilidad y la postura, para ayudar a desarrollar el plan de tratamiento del dolor adecuado para él. Los planes de tratamiento del dolor pueden incluir:
- Ejercicios y estiramientos centrados en la fuerza y la flexibilidad.
- Terapia manual para mejorar la movilidad de las articulaciones y los tejidos blandos.
- Educación sobre cómo maximizar su capacidad para realizar actividades y movimientos cotidianos al tiempo que se controla o minimiza el dolor.
El dolor de cada persona es único, por lo que las recomendaciones para tratar el dolor de espalda y su(s) causa(s) subyacente (s) variarán. Los fisioterapeutas están especialmente cualificados para diseñar programas para sus pacientes que tengan como objetivo el problema real que subyace a su dolor y garantizar que sigan moviéndose.
Al determinar los estiramientos, ejercicios y modificaciones de actividad adecuados para usted, un fisioterapeuta tendrá en cuenta qué está causando o contribuyendo a su dolor y si es agudo o crónico. El dolor agudo es el que dura hasta seis semanas o menos, mientras que el crónico es el que dura más de tres meses. Los fisioterapeutas también se asegurarán de que puedas hacer correctamente y con seguridad los ejercicios, estiramientos y modificaciones de actividad que te recomienden.
Si padece lumbalgia y aún no ha consultado a un fisioterapeuta u otro profesional sanitario, se recomienda limitar los entrenamientos a ejercicios de bajo impacto y evitar estiramientos, posturas o movimientos que le causen más dolor y puedan provocar más lesiones. Cada persona es diferente, pero los ejercicios aeróbicos de alta intensidad, como correr o montar en bicicleta, pueden empeorar tus síntomas si estás sufriendo un brote de dolor.
Ten en cuenta que también debes evitar pasar largos periodos tumbado, sentado o sin moverte (como quedarte en la cama todo el día). A menudo, esto puede aumentar la rigidez y el dolor. Recuerda que nuestro cuerpo está hecho para moverse.
Si el dolor dura más de unos días o empeora, concierta una cita con un fisioterapeuta u otro profesional sanitario. Cuando los pequeños cambios no funcionan, puede ser útil una evaluación individualizada de tu cuerpo y de cómo te mueves.
Tratamientos caseros para el dolor de espalda
Analgésicos sin receta
Los analgésicos de venta libre son una forma segura y eficaz de aliviar temporalmente el dolor de espalda de leve a moderado. No están indicados para tratar el dolor crónico de forma constante o a largo plazo, a menos que lo indique un profesional sanitario.
Los analgésicos de venta libre se presentan de muchas formas: algunos se toman por vía oral y otros se aplican sobre la piel. Al tomar un medicamento de venta libre, siempre es importante leer y seguir la etiqueta de información sobre el fármaco que se encuentra en el frasco o envase del medicamento. La Evaluación de Analgésicos de Health in Hand puede ayudarle a identificar qué analgésico oral de venta libre puede ser adecuado para usted, pero siempre es importante que hable con su farmacéutico local, médico o profesional sanitario, especialmente si está tomando otros medicamentos.
Yoga
El yoga es una forma de terapia cuerpo-mente que puede ayudar a relajar y fortalecer el cuerpo. Dado que el yoga implica movimiento, puede ser beneficioso si se combina con otros tratamientos recomendados por su fisioterapeuta u otro profesional sanitario.
Compresas frías y calientes
Aplicar calor o una compresa fría en la espalda puede aliviar el dolor o reconfortarlo temporalmente, pero no tratará el dolor ni producirá un alivio duradero. El hielo suele ser mejor si la espalda está hinchada o inflamada, mientras que la aplicación de calor puede ser mejor si lo que se pretende es relajar los músculos rígidos o tensos. Una vez más, las compresas frías y calientes no deben utilizarse como solución a largo plazo para el tratamiento del dolor.
Conceptos erróneos sobre el tratamiento del dolor de espalda
Restringir o exagerar el ejercicio
Una idea errónea es que hay que "esforzarse más" con el ejercicio cuando duele la espalda o no hacer nada en absoluto. Los ejercicios adecuados son específicos para cada persona y el problema que causa el dolor, y la intensidad debe ser prescrita por un fisioterapeuta o un profesional sanitario cualificado.
Posicionadores para dormir
Cuando se padece dolor de espalda, dormir puede resultar difícil. Pero antes de invertir en un dispositivo de posicionamiento para dormir o en una superficie especial para dormir, lo mejor es hablar con un fisioterapeuta u otro profesional sanitario. Así no malgastarás tu dinero comprando algo que puede no ser útil.
Cómo prevenir el dolor de espalda
Es importante que las personas se mantengan activas: hacerlo puede ayudar a prevenir lesiones de lumbalgia, así como a recuperarse más rápidamente de lesiones o reagudizaciones del dolor. Incluso pasear con regularidad y evitar estar sentado mucho tiempo es beneficioso para la mayoría de las personas.
Los fisioterapeutas enseñan distintas estrategias para prevenir el dolor lumbar, como la postura ideal del cuerpo en el trabajo, en casa o durante las actividades de ocio. También pueden dar consejos para levantar objetos o personas, como asegurarse de doblar las rodillas y mantener la espalda en una posición estable durante todo el levantamiento.
Asegúrese siempre de hablar con un fisioterapeuta u otro profesional sanitario si desea cambiar su forma de sentirse o de moverse, o si quiere ser más activo físicamente.
