El dolor muscular suele estar causado por microdesgarros en las fibras musculares que estimulan las terminaciones nerviosas de los tejidos circundantes. Las terminaciones nerviosas que detectan la inflamación, el estiramiento y la presión se encuentran cerca del tejido muscular y el cerebro suele percibir sus mensajes en forma de dolor sordo. El dolor muscular es más frecuente tras el esfuerzo o el ejercicio. Además de los antiinflamatorios orales, el paracetamol y los AINE, muchos tratamientos de venta libre para el dolor muscular consisten en la aplicación de calor, o de frío superficial y cremas antiinflamatorias. Los principios activos de los productos de consumo tópico que se han demostrado útiles para aliviar el dolor y las agujetas son: mentol, alcanfor, salicilato de metilo, capsaicina, envolturas térmicas y compresas frías.

A veces, el propio sistema de mensajería del dolor resulta dañado. Los pinzamientos nerviosos, las hernias discales y diversas neuropatías periféricas (como el síndrome del túnel carpiano) son bastante frecuentes. El dolor nervioso suele provocar una sensación de hormigueo o quemazón, con posibles sensaciones de "descarga eléctrica", entumecimiento y, cuando es intenso, debilidad. Por desgracia, el dolor nervioso puede ser difícil de tratar. Tenga en cuenta que los AINE y el paracetamol rara vez son útiles para tratar el dolor nervioso, por lo que deben reservarse para otros tipos de dolor.

Las férulas de muñeca pueden ser útiles en el tratamiento del síndrome del túnel carpiano. Funcionan impidiendo la flexión excesiva de la muñeca que puede producirse al teclear, trabajar o dormir. Esto puede reducir la presión sobre el nervio que está siendo comprimido a nivel de la muñeca.

Si necesita tratamiento para el dolor nervioso, debe hablar con su profesional sanitario.